miércoles, 29 de junio de 2011

Presentación del libro Cuentos y suspiros

Armando Altamira G.-

Todo ser humano, por obligación, debería escribir sus vivencias y andanzas por nuestro globo terráqueo, para legarlas a las nuevas generaciones. La inmensa mayoría de nuestros abuelitos, abuelitas, padres y madres, se van de esta vida con sus recuerdos pesados o ligeros a cuestas, que pocos conocieron; tal vez lo hicieron sus seres más cercanos que, en espacios reducidos, los escucharon y aprendieron de ellos; pero fuera del  pequeño espacio nadie más atendió y asimiló esos cúmulos de experiencias cursadas.



Adriana Jiménez, Salomón Duarte, Alberto Pulido, Bruno Luna, Ana María Gómez la autora, Fabián Arroyo, César Benitez Joyner, Ernesto Ortiz y Carlos Galindo

     Palabras de Alberto Pulido Aranda, en la presentación del libro Cuentos y suspiros, cuya autora es Ana María Gómez Rodríguez. Coordinó el evento Adriana Jiménez, con la asistencia de todo el equipo de la Secretaría de Prensa y Propaganda. La mencionada publicación, de la serie Cuadernos de Comunicación Sindical, del STUNAM, es el número 98. Presidieron el acontecimiento numerosos secretarios del Comité Ejecutivo del sindicato. Entre ellos, Bruno Luna Gómez, Secretario de Organización Académica, hijo de la escritora homenajeada.
     Tomaron la palabra, para felicitar a doña Ana María Gómez, varios miembros del Comité Ejecutivo y también del público asistente. Gabriela Esther de Dios López, autora del concepto grafico del libro. Uno de los trabajadores  se congratuló que el STUNAM desarrollara una labor cultural emanada de  la comunidad universitaria, de sus trabajadores. Y, lo trascendente, se diera a conocer este trabajo.




participación de los asistentes al evento


     Anteriormente, se dijo, no había apertura en este sentido y el sector de los trabajadores era señalado como algo ajeno a la cultura. Por lo mismo, se hizo un reconocimiento al Secretario General del sindicato, Agustín Rodríguez Fuentes, por la apertura cultural y a Alberto Pulido Aranda como el artífice de la hazaña que los trabajadores escriban con la esperanza de que sus textos sean publicados. “Antes nadie nos hacía caso y andábamos, con nuestros manuscritos debajo del brazo, hasta que perdíamos la esperanza”.
     Habló la autora del libro y, con emocionadas palabras, fue relatando cómo volvió a vivir mientras escribía las vivencias y sueños que, finalmente, contemplaba en ese momento como un libro que salía del anonimato para volar a las manos del mundo abierto. Las que más emocionadas felicitaron a la autora fueron las mujeres presentes. Se veían reflejadas en ella por la valentía de decir y escribir sus pensamientos.



la foto del recuerdo de los asistentes
 Otra vez felicitaron al sindicato, su sindicato, por no haberlas defraudado. Esto porque en las luchas que el sindicato ha dado por la reivindicación de sus derechos laborales, tanto en la Universidad, como en el país, ellas no se han quedado un paso atrás que los hombres.

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