martes, 13 de septiembre de 2011

INSTANTES POLÍTICOS UNIÓN 948

Alberto Pulido A.

La UNAM se ha ganado el papel de ser conciencia de México

En el seno de la UNAM conviven profesionales de las más variadas disciplinas sociales y exactas, todos ellos desarrollándose en espacios donde se respeta la pluralidad y la libertad de cátedra. En ese ambiente, el resultado de sus labores genera una profusa producción de ideas y propuestas, la mayoría de las veces vinculadas al acontecer que vive nuestro país. Esta ha sido una rica tradición que en nuestra Máxima Casa de Estudios se ha dado con relevancia en los últimos 50 años y que se ha desplegado con independencia de los poderes gubernamentales.
     En el medio de esos ambientes universitarios, rectores de renombre como lo fueron Javier Barros Sierra y Pablo González Casanova de manera abierta salieron en defensa de la UNAM, cuestionando de manera directa y firme a gobiernos por sus actitudes autoritarias y represivas tomaban en su quehacer público. Asimismo, en los últimos años otros rectores, como lo han sido Juan Ramón de La Fuente y José Narro Robles, en diversos momentos han seguido esa tradición y han cuestionado acciones gubernamentales que han tenido como resultado que se incremente en México la pobreza, el desempleo, la falta de oportunidades para la juventud, la violencia y la escasa atención que ha recibido la educación pública.
     Esta temática fue abordada en el pasado XXX Congreso General Ordinario de nuestra organización sindical; lo fue, ya que los sindicalizados del STUNAM hemos hecho nuestros varios de los análisis y propuestas que se han externado por esos dos personajes, en asuntos económicos, educativos y, en últimas fechas, sobre asuntos que tienen que ver con la violencia y la seguridad nacional.
     Siendo así las cosas, se acordó “discutir de manera responsable y abierta las propuestas de la UNAM dirigidas a modificar el sistema de impartición de justicia y combate a la violencia”; ya que a todas luces los jurisconsultos y otros especialistas sociales que elaboraron dicha propuesta, poseen suficiente conocimiento y sus propuestas son las más completas y viables que se han hecho hasta el día de hoy.
     Hace unos días, Víctor Flores Olea, en un artículo publicado en La Jornada aborda este asunto y, coincidiendo con él, la propuesta de la UNAM se basa en aspectos no solo de seguridad a secas, sino vinculados a lineamientos y propuestas económicas, educativas, de orientación ética y cultural, “y no solo en el obsesivo y unilateral de las armas. Entre los elementos anticorrupción que se plantean estaría también la persecución implacable del lavado de dinero, que es uno de los pilares de esos delitos” (V.F. Olea).
     Y en efecto, la violencia que hoy nos azota, no salió de la nada, es producto de la desigualdad social y la falta de oportunidades que la actual política neoliberal del gobierno ha posibilitado y “que han sido desastrosas, las privatizaciones, desregulaciones, la economía casino”; todo el cumulo de propuestas que salieron de la UNAM y las que se generaron en el congreso del STUNAM van encaminadas a tomar caminos más nacionales y menos vinculados a los organismos económicos internacionales, baluartes neoliberales que han sumido a las mayorías del mundo en la miseria y la ignorancia.  
                

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