lunes, 10 de octubre de 2011

A 43 años del Movimiento Estudiantil de 1968

Rescatemos la memoria para compactar la fuerza

Antonio Muñoz M., texto y fotos.-
 El movimiento estudiantil de 1968 es un parteaguas  en la historia de México. Sin él, no se entendería la creación de universidades públicas a principios de los 70, el surgimiento de preparatorias en el Distrito Federal, Estado de México y Veracruz; la reforma política del año de 1977, donde por cierto  el Partido Comunista Mexicano obtuvo su registro;  tampoco hubiera sido posible la libertad  de  líderes ferrocarrileros como  Valentín Campa  y Demetrio Vallejo,  presos políticos por más de 10 años.
     El movimiento estudiantil de 1968 puso al descubierto la falta de voluntad por parte de los gobiernos por emprender los cambios que reclamaba la sociedad mexicana, tanto en el terreno económico, como en lo político, social y cultural. La influencia alcanzada por  el movimiento de 1968 también se pudo observar en  la lucha por la democratización de la enseñanza, con exitosos logros como en las universidades autónomas de Puebla, Guerrero, Sinaloa, Nuevo León.
     La manifestación ante el estado de cosas no era sólo estudiantil, también  de la sociedad; pero los jóvenes estaban en  mejores condiciones de emprender  acciones de protesta y mostrar, el agotamiento del modelo económico y político.  
     Para recordar aquellos momentos memorables del movimiento social, el semanario Unión entrevistó a algunos miembros del STUNAM para que nos den su punto de vista sobre: a 43 años del movimiento del 68, ¿qué experiencias habría que rescatar?


Luis Alberto Salazar


  
   Luis Alberto Salazar Torres, exsecretario de deportes del STUNAM, precisó que se debe de rescatar y mantener la democracia que México vive, además de que se dio un logro importante en la apertura política. Dijo que se debe rectificar el aspecto de que algunos partidos están alejados de la sociedad y sus líderes muestran más interés partidista que por la ciudadanía; consideró que debe surgir algo que represente a los ciudadanos, como un Consejo Ciudadano.
    






Arnulfo Vargas Bahena


Arnulfo Vargas Baena, del Instituto de Ciencias Físicas, de Cuernavaca, Morelos, estimó que lo que se vivió en 1968 ojalá no se vuelva a vivir en el país, sobre todo la barbarie de la represión; dijo que debe haber organización y realizar una lucha conjunta de todos los sectores para defender los derechos de la ciudadanía.





Nicaragua de la Selva


     Nicaragua de la Selva Menéndez, de la Dirección General de Personal, expuso que a través del movimiento de 1968, del sacrificio que los estudiantes realizaron con movilizaciones, fue posible tener cambios en el país, se dio apertura a la democracia y es lo que hoy buscamos perfeccionar.


Manuel Albarrán
                                                                                                                                                                         Manuel Albarrán, de Juriquilla, Querétaro, apuntó que debe continuar la lucha emprendida por esa generación; dijo que marcó un hito en las luchas actuales. Ejemplo de ella es la de los indígenas de Chiapas. Estimó conveniente que la memoria de las nuevas generaciones no olvide el alcance y las repercusiones políticas que tuvo la organización estudiantil de aquellos años.
    







Adriana Limón


Adriana Limón, del CENDI CU, estimó que los trabajadores deben hacer una compactación de fuerzas con estudiantes, amas de casa, campesinos, trabajadores y pueblo mexicano y que las luchas fueran encabezadas por un frente común. Dijo que las luchas independientes han perdido fuerza como organizaciones y como pueblo; estimó que se ha perdido credibilidad al realizar luchas aisladas que carecen de información y, por ende, de comprensión del pueblo   

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