martes, 7 de abril de 2015

Una mujer en el carrito de las desgracias


Juan Antonio López Olguín, texto y fotoDesde la cancha del Estadio Olímpico se observa al público contento cuando los Pumas de la Universidad saltan al terreno empastado, la Rebel con sus cánticos le dan sabor a los 90 minutos de juego, 22 jugadores disputan el balón que tratarán de meter en la red de la portería contraria. Miles de almas gritan, el sonido local con la voz felina de Rodrigo de Buen invita a Goyo Puma, la mascota del club, amenizar con garra y enaltecer los colores azul y oro.En el carrito del dolor, un grupo de paramédicos, adscrito a la Dirección General de Servicios Médicos,  mantienensu mirada fija en el accionar de los que patean la pelota, llama la atención una figura femenina, de presencia intachable, presta a brindar apoyo a los futbolistas, en caso de alguna lesión común de este deporte; choque de cabezas, patada, “tirón” muscular, etc. Itzel Hernández cumple 18 años de labor en la Máxima Casa de Estudios,  preparada para casos de emergencia, realiza con ánimo su noble 
 
Itzel Hernández durante su trabajo

 encomienda, su fortaleza física y mental le mantienen alerta para dar servicio a la comunidad universitaria.Itzel, en maya significa Lucero de la tarde, y se distingue por tomar decisiones en los momentos difíciles, ella es laboriosa, inteligente y estudiosa. En el reciente encuentro de los Pumas contra el Puebla, que por cierto granaron los Felinos del Pedregal 2 -1, fue captada por la lente de Unión en pleno juego al momento indicado, cuando un jugador poblano se lesiona, su capacidad de reacción inmediata es vista por millones en la televisión abierta, auxilia al jugador,  y,  con los demás paramédicos lo suben a la camilla y de ahí al carrito de emergencia, ella camina altiva para seguir con el trajín.  Porsus valores éticos, el orgullo de ser mujer y apoyar a los universitarios, felicidades Itzel Hernández.

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